Versículo clave:"El Señor no tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza. Más bien, tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan." — 2 Pedro 3:9
¿Alguna vez has orado por alguien que está pasando por problemas? Abrahán lo hizo. Él oró con mucho amor por una ciudad llena de personas que estaban haciendo cosas malas. Aunque Dios sabía que esa ciudad, llamada Sodoma, estaba llena de pecado, Abrahán mostró compasión y habló con Dios para que tuviera paciencia con ellos.
Dios le había prometido a Abrahán que sería el padre de muchas naciones. Un día, mientras Abrahán estaba sentado en su tienda, tres visitantes llegaron a verlo. Uno de ellos era el Señor. Abrahán les mostró hospitalidad con comida y cuidado. Después, el Señor, estando solo con Abrahán, le contó que había oído de las maldades de Sodoma y Gomorra y que planeaba destruir esas ciudades.
Abrahán, lleno de amor por las personas, hizo algo muy especial. Le pidió a Dios que no destruyera las ciudades si encontraba personas buenas allí. Primero dijo:"¿Y si hay 50 justos? ¿Los destruirás?"Y Dios respondió:"No las destruiré si hay 50 justos."Entonces Abrahán siguió preguntando por menos personas: 45, 40, 30, 20 y finalmente 10. Dios prometió que no destruiría las ciudades si encontraba al menos 10 personas justas.
Lamentablemente, Sodoma fue destruida porque no había suficientes personas buenas. Pero esta historia nos enseña algo muy importante: Dios escucha nuestras oraciones, y Él quiere que tengamos un corazón lleno de amor y compasión, como Abrahán.
Así como Abrahán oró por otros, tú también puedes orar por tu familia, tus amigos o incluso por personas que no conoces. ¡Dios siempre está escuchando!
Jesús dijo en Mateo 5:44:"Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen."
Dios quiere que tengamos amor incluso por las personas que hacen cosas malas, porque Él desea que todos se arrepientan y conozcan Su amor.
¿Cómo podemos aplicar esto?
Ora por los demás. Todos conocemos personas que necesitan la ayuda de Dios. Tal vez alguien esté triste, enfermo o necesite aprender acerca de Jesús. Ora por ellos.
Confía en que Dios escucha. Así como escuchó a Abrahán, también escucha tus oraciones. No importa si eres pequeño o grande, ¡Dios siempre tiene tiempo para ti!
Muestra compasión. Si ves a alguien haciendo algo malo, en lugar de juzgarlo, ora para que Dios lo ayude a cambiar su vida.
Hoy mismo, piensa en alguien que necesite tus oraciones. Puede ser un amigo, un maestro o alguien de tu familia. Haz una lista y ora por ellos esta noche. Recuerda que Dios escucha cada palabra que dices con fe.
Oración:
Señor, gracias porque siempre escuchas nuestras oraciones. Ayúdanos a tener un corazón como el de Abrahán, lleno de amor y compasión por los demás. Enséñanos a orar por quienes necesitan conocerte y a confiar en que Tú eres paciente y lleno de amor. Guarda a nuestras familias y amigos, y ayúdanos a ser luz para este mundo. En el nombre de Jesús, Amén.
Que el Señor te bendiga, querido niño o niña. Nunca olvides que tus oraciones son poderosas y pueden hacer una gran diferencia en la vida de los demás.